sábado, 10 de octubre de 2009

Vida a orillas del Nilo

A pesar de que el objetivo principal de un viaje organizado a Egipto es admirar la monumentalidad del patrimonio que queda de su antigua civilización perdida, no puede obviarse que este país ofrece una diversidad cultural y unos rasgos definitorios propios sorprendentes para los ojos de un europeo. Se trata sin duda de un paraíso para el observador, del curioso que sepa apreciar los detalles, más aún siendo una cultura y un entorno totalmente opuestos a los nuestros que convierte la experiencia, si se desea dejar el hotel y pasear por la calle solo, en un viaje a otro mundo.

En este artículo presento algunas escenas que considero representativas(en rol de turista) de la vida a orillas de río. Durante estos viajes se tiene poco tiempo para el relax, pero estar tranquilo en la cubierta observando las gentes, los paisajes y los animales de las orillas, hace que el poco tiempo que se tenga, vuele.

Como es de suponer, los egipcios emplean con los visitantes un método de venta agresivo cada vez que pueden, rozando muchas veces la brusquedad y generalmente, la mala educación, lo cual convierte en desagradable cualquier visita a una tienda, tan molesta es su insistencia. Viajar a bordo de una motonave en crucero por el río no significa que se esté a salvo de los vendedores, ya que éstos se bastan con una simple barca(más apropiada para el lago de El Retiro que para el Nilo) para efectuar sus ventas a los asombrados turistas, que observan, fotografían y por supuesto, compran. Una bolsa contiene el producto, y otra que viaja arriba y abajo con el dinero pactado en el regateo:

A pesar de la insistencia de aquellos que viven de vender "productos típicos" a los turistas, hay que decir que los egipcios son en general un pueblo agradable, educado y cordial, que saluda a los turistas y posa para las fotografías aunque el río impida la demanda del euro de rigor:

Viviendas a orillas del río. El dique de la orilla y las escalinatas conforman una construcción lineal a lo largo de decenas y decenas de kilómetros, un rasgo definitorio de este país comprimido durante milenios al curso del río:

Vacas en un banco de arena:

Los nubios, miembros de una raza y una cultura que pervive desde tiempos de los faraones, vive aún a orillas del río(desplazados algo al norte por la Gran Presa de Aswan), muchos de ellos como reclamo turístico. A pesar de que desde la presa hasta el mar ya no viven cocodrilos en libertad, los nubios los mantienen en sus viviendas, supuestamente como un recuerdo de su antiguo culto al dios Sobek, "el dios cocodrilo". Un culto bastante ligero, ya que los cocodrilos no son sino otro atractivo turístico:

Camellos junto a un pueblo nubio a orillas del río:

Pueblo nubio. El turismo ha mejorado abismalmente su calidad de vida en los últimos años. Ahora, pueden disfrutar de agua corriente y electricidad, y tienen una fuente continua de ingresos:


Como dije en el artículo anterior, se trata de un país lleno de encanto que se debe visitar alguna vez en la vida por mil razones. Desde las Pirámides, tan inconmensurables que consiguieron emocionarme, hasta el hormiguero de los 25 millones de habitantes de El Cairo pasando por el oasis de 2.000 km que conforma el Nilo.